Bebidas azucaradas y cáncer oral en mujeres.

Un estudio reciente ha revelado una preocupante relación entre el consumo de bebidas azucaradas y un mayor riesgo de cáncer de cavidad oral en mujeres. Los casos de este cáncer están aumentando entre mujeres jóvenes, no fumadoras y no bebedoras, y los investigadores están explorando posibles factores dietéticos como una causa potencial. Esta nueva investigación, publicada en JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery, encontró que el consumo diario de bebidas azucaradas se asoció con un riesgo casi cinco veces mayor de cáncer de cavidad oral en mujeres.

El hallazgo central del estudio revela una correlación significativa entre el consumo de bebidas azucaradas y un mayor riesgo de cáncer de cavidad oral en mujeres. Específicamente, la investigación indica que las mujeres que consumen una o más bebidas azucaradas diariamente enfrentan un riesgo casi cinco veces mayor (4.87 veces) de desarrollar cáncer de cavidad oral en comparación con aquellas que consumen menos de una de estas bebidas al mes. Esta alarmante estadística se traduce en un aumento de tres casos más por cada 100.000 habitantes, lo que destaca las posibles implicaciones para la salud pública de este hábito alimentario. El estudio, publicado en JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery, se basa en el conocimiento existente que vincula las bebidas azucaradas a la enfermedad periodontal, sugiriendo aún más una posible vía para el desarrollo del cáncer oral.

El aumento de la incidencia de cáncer de cavidad oral, particularmente entre mujeres jóvenes, no fumadoras y no bebedoras, se ha convertido en una tendencia preocupante a nivel mundial. Tradicionalmente asociado con hombres mayores expuestos a factores de riesgo establecidos como el tabaco, el alcohol y el consumo de betel, la enfermedad se diagnostica cada vez más en una población más joven sin factores de riesgo fácilmente identificables. Si bien las campañas antitabaco han llevado a una disminución de los casos de cáncer de cavidad oral relacionados con el tabaquismo en las naciones occidentales, el número total de nuevos casos sigue siendo sustancial, con más de 355.000 diagnosticados en 2020 y casi 177.000 muertes. El aumento de casos entre mujeres no fumadoras, no bebedoras, especialmente mujeres blancas jóvenes, ha impulsado a los investigadores a explorar explicaciones alternativas, descartando el virus del papiloma humano (VPH) como causa principal.

El estudio de la Universidad de Washington aprovecha los datos del prolongado Nurses’ Health Study y Nurses’ Health Study II, que han rastreado la salud y el estilo de vida de casi 163.000 enfermeras durante tres décadas. Los investigadores analizaron las respuestas de estas encuestas, centrándose en los 124 casos reportados de cáncer de cavidad oral invasivo entre las participantes. Al examinar los hábitos reportados de consumo de bebidas, establecieron un vínculo claro entre la alta ingesta de bebidas azucaradas y el aumento del riesgo de cáncer, incluso teniendo en cuenta otros factores. Los datos revelaron que aquellas enfermeras que reportaron un consumo diario de bebidas azucaradas enfrentaron un riesgo 4.87 veces mayor en comparación con aquellas que consumían menos de una al mes, una diferencia estadísticamente significativa.

Los expertos enfatizan que, si bien el estudio demuestra una fuerte asociación, no prueba de manera definitiva la causalidad. El Dr. Arnaud Bewley, profesor asociado y presidente del Departamento de Otorrinolaringología de UC-Davis Health, señala que la naturaleza alta en azúcar de la dieta moderna occidental se vincula cada vez más a enfermedades crónicas, y este estudio se suma a esa comprensión. Sugiere que el azúcar en sí mismo puede no causar directamente el cáncer, sino más bien la inflamación crónica resultante de la enfermedad periodontal, las alteraciones en el microbioma oral o incluso las intervenciones dentales que le siguen. Además, reconoce la posibilidad de que el consumo de bebidas azucaradas pueda ser un indicador de otros hábitos alimentarios o comportamientos poco saludables que no se capturan en la encuesta.

Otra perspectiva clave proviene del Dr. Ilya Likhterov, profesor asociado de otorrinolaringología de la Escuela de Medicina de la Universidad de California-San Francisco. Sospecha que el consumo de bebidas azucaradas puede reflejar un “bioma oral” generalmente comprometido en los participantes que desarrollaron cáncer oral. Destaca el vínculo conocido entre la enfermedad de las encías y la inflamación crónica de la boca como factores de riesgo establecidos para el cáncer de cavidad oral. Likhterov traza un paralelismo con el microbioma intestinal, explicando que el equilibrio de las bacterias “buenas” y “malas” en la boca puede verse interrumpido por la ingesta de azúcar, lo que podría contribuir al desarrollo del cáncer.

Los investigadores proponen que la inflamación crónica, desencadenada por una dieta alta en azúcar añadida, puede desempeñar un papel crucial en el desarrollo del cáncer de cavidad oral. Esta hipótesis se alinea con el conocimiento existente sobre el impacto del azúcar en el microbioma oral y las respuestas inflamatorias subsiguientes en la boca. Se sugiere que futuras investigaciones se centren en el efecto de las bacterias orales alteradas en el sistema inmunológico y su capacidad para combatir las mutaciones. Los hallazgos del estudio subrayan la importancia de considerar los factores dietéticos, particularmente la ingesta de azúcar, en el contexto de la salud oral y la prevención del cáncer, especialmente entre las mujeres.

Un estudio reciente asocia el consumo diario de bebidas azucaradas con un aumento casi cinco veces mayor en el riesgo de cáncer de cavidad oral en mujeres, especialmente en no fumadoras y no bebedoras. Aunque no se prueba una relación de causa y efecto, sugiere un posible vínculo entre el alto consumo de azúcar, la inflamación crónica y alteraciones en el microbioma oral, lo que justifica más investigación sobre la salud bucal y la prevención del cáncer. Se recomienda limitar el consumo de bebidas azucaradas y priorizar la higiene bucal, ya que su salud podría depender de ello.


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