Nuevo fármaco ilusiona contra el cáncer infantil cerebral.

El cáncer cerebral es un diagnóstico devastador, especialmente en niños, y los tratamientos actuales a menudo tienen impactos en el desarrollo a largo plazo. Ahora, una investigación prometedora de la Universidad Emory y el Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofer ofrece esperanza para una nueva terapia dirigida, CT-179, que ha demostrado eficacia en modelos preclínicos al atacar y destruir específicamente las células tumorales responsables de la recurrencia y la resistencia a la terapia en el cáncer cerebral pediátrico.

El cáncer cerebral representa una amenaza significativa para los niños, siendo la segunda causa principal de muerte en el mundo desarrollado. Los tratamientos existentes, si bien a menudo son necesarios, conllevan consecuencias a largo plazo, impactando particularmente el desarrollo y la calidad de vida de los jóvenes pacientes, especialmente los bebés y los niños pequeños. Esto subraya la necesidad urgente de terapias más dirigidas y menos tóxicas.

Investigaciones recientes, un esfuerzo colaborativo entre la Universidad Emory y el Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofer, ofrecen una vía prometedora para abordar este desafío. La investigación se centra en una terapia dirigida novedosa, CT-179, que ha demostrado eficacia en modelos preclínicos – específicamente, en ratones – al infiltrar y eliminar las células tumorales. Los hallazgos, publicados en *Nature Communications*, destacan la capacidad del fármaco para atacar un subconjunto específico de células tumorales responsables de la recurrencia y la resistencia a la terapia en el cáncer cerebral pediátrico, lo que podría conducir a una mejor supervivencia y calidad de vida para los jóvenes pacientes.

El enfoque de esta investigación es particularmente relevante para el meduloblastoma, el cáncer cerebral infantil más común, pero los investigadores creen que los hallazgos podrían extenderse a otros cánceres cerebrales agresivos como el glioblastoma (GBM) y el glioma pontino difuso (DIPG). Esta amplia aplicabilidad aumenta significativamente el potencial de impacto de la investigación. Timothy Gershon, profesor de la Universidad Emory y neurólogo pediátrico en Children’s Healthcare of Atlanta, enfatiza el potencial transformador de estos hallazgos para el tratamiento del meduloblastoma.

Los enfoques de tratamiento actuales, que incluyen radiación y quimioterapia, a menudo logran eliminar la mayor parte del tumor, pero frecuentemente fallan en erradicar las células madre cancerosas. Estas células resilientes son capaces de regenerar el tumor después del tratamiento inicial, lo que lleva a una recurrencia fatal. Gershon explica que CT-179 específicamente interrumpe estas células madre cancerosas. Crucialmente, combinar CT-179 con tratamientos estándar como la radioterapia mejora la eficacia general, abordando tanto la mayor parte del tumor como las células madre cancerosas. Este enfoque combinado promete aportar nueva eficacia a la terapia de tumores cerebrales.

El desarrollo de CT-179 fue un esfuerzo colaborativo, con investigadores asociándose con Curtana Pharmaceuticals, una empresa farmacéutica estadounidense que desarrolló el fármaco experimental de molécula pequeña. El mecanismo de acción del fármaco se centra en atacar la proteína OLIG2, un marcador de células madre conocido que juega un papel vital en la iniciación y la recurrencia de los cánceres cerebrales. Este enfoque dirigido minimiza los posibles efectos secundarios en comparación con las terapias tradicionales, menos específicas.

El profesor Bryan Day, que lidera el Laboratorio de Cáncer Cerebral Sid Faithfull de QIMR Berghofer y co-dirige el Centro de Cáncer Cerebral Infantil en Australia, describió los hallazgos como un avance, enfatizando la importancia de los resultados provenientes de estudios independientes. Day destaca la necesidad crítica de tratamientos más eficaces y menos tóxicos para los niños con cáncer cerebral, afirmando que el estudio demostró que CT-179, cuando se utiliza en combinación con la radioterapia estándar, puede atravesar la barrera hematoencefálica y penetrar en el tumor, prolongando la supervivencia en modelos preclínicos de meduloblastoma, retrasando la recurrencia y aumentando la eficacia de la radioterapia. Él encapsula la motivación de los investigadores al decir: “Como investigadores, lo que nos saca de la cama todos los días es tratar de resolver ese rompecabezas”.

Los hallazgos de QIMR Berghofer y la Universidad Emory se complementan con otro estudio, también publicado en *Nature Communications*, liderado por el profesor Peter Dirks de la Universidad de Toronto y neurocirujano jefe del Hospital for SickKids en Canadá. Este estudio utilizó herramientas avanzadas como la edición genética CRISPR, la secuenciación de ARN de célula única y las pruebas colaborativas de fármacos para identificar OLIG2 como un regulador clave de las transiciones de crecimiento del tumor en los meduloblastomas. Esta investigación subraya un cambio de estrategia, pasando del tratamiento general del tumor a intervenciones precisas dirigidas a las células iniciadoras del tumor.

El equipo de Dirks demostró que inhibir la proteína OLIG2 con CT-179 impedía que las células madre cancerosas pasaran a un estado proliferativo, bloqueando eficazmente el crecimiento y la recurrencia de los tumores. Este hallazgo refuerza el potencial de CT-179 y destaca la importancia de atacar a OLIG2 como estrategia terapéutica. Dirks cree que este enfoque podría tener “implicaciones profundas para el tratamiento en el futuro”.

La Dra. Yuchen Li, investigadora postdoctoral en QIMR Berghofer y coautora principal del estudio colaborativo, expresa la esperanza de que esta investigación traslacional finalmente mejore la calidad de vida de los niños que luchan contra el cáncer cerebral. Ella reconoce el largo camino y expresa gratitud por el apoyo financiero, incluyendo de la Fundación del Hospital Infantil en Australia, que hizo posible la investigación.

De cara al futuro, Day indica que los ensayos clínicos son el siguiente paso crucial. Él señala que la colaboración continua entre instituciones en los EE. UU., Australia, Canadá, Corea y Suecia ha sentado las bases para las primeras pruebas en humanos de CT-179 en pacientes con cáncer cerebral. Este esfuerzo colaborativo e internacional significa un compromiso unificado para encontrar mejores tratamientos para esta enfermedad devastadora.

Investigadores han identificado una nueva terapia dirigida, CT-179, que ataca eficazmente las células madre cancerosas en modelos preclínicos de cáncer cerebral infantil. Esta colaboración internacional se enfoca en la proteína OLIG2, ofreciendo un enfoque terapéutico novedoso con el potencial de mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los jóvenes pacientes, y con ensayos clínicos previstos. Si bien el cáncer cerebral sigue siendo un desafío, esta investigación ofrece una promesa de esperanza.


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