Los avances rápidos en inteligencia artificial (IA) están llevando a algunos gigantes de la tecnología a reevaluar sus metas climáticas. Si bien el CEO de Google, Sundar Pichai, expresa preocupaciones sobre cumplir con el objetivo del 2030 de energía libre de carbono debido a las demandas energéticas del desarrollo de IA, Apple sigue comprometida con su meta de lograr la neutralidad carbónica total por 2030. Lisa Jackson, vicepresidenta sénior de Medio Ambiente, Política y Iniciativas Sociales de Apple, destaca el enfoque de la compañía, que enfatiza la eliminación de emisiones, proyectos de remoción de carbono y participación comunitaria. Las posturas contrastantes de Google y Apple arrojan luz sobre la compleja relación entre la innovación tecnológica y la sostenibilidad ambiental.
En tiempos recientes, el papel de la Inteligencia Artificial en el paisaje tecnológico se ha vuelto cada vez más significativo, y su impacto está siendo sentido a través de varios sectores, incluyendo los esfuerzos por sostenibilidad corporativa. Este cambio se ilustra con declaraciones contrastantes de dos gigantes tecnológicos: Google y Apple. El CEO de Google, Sundar Pichai, recientemente expresó que la explosión en inteligencia artificial plantea un desafío para su objetivo de emisiones de carbono de operar con 100% de energía libre de carbono hasta 2030. Al hablar en la Universidad Carnegie Mellon, Pichai admitió que este ambicioso objetivo se estableció antes de que la IA fuera tan un factor significativo, y se refirió a la ‘entrenamiento pre-ineficiente’ de modelos de IA como lo que hace que sea más desafiante lograrlo en el corto plazo.
Por otro lado, Lisa Jackson, la Vicepresidenta de Medio Ambiente, Política y Iniciativas Sociales de Apple, reforzó el compromiso de la empresa para lograr neutralidad de carbono a través de toda su actividad comercial hasta 2030. Ella destacó que aproximadamente el 75% de este objetivo se logrará mediante reducciones directas de emisiones, con el resto proveniente de proyectos de remoción de carbono, iniciativas de compensación y esfuerzos enfocados en biodiversidad y justicia social.
La marcada diferencia entre estas dos aproximaciones es evidente en su discursivo público. Mientras que el tono de Pichai sugiere un elemento de disculpa y duda sobre la capacidad de Google para cumplir con sus propios objetivos, Jackson presenta la estrategia de Apple con afirmación audaz y un plan claro de acción. Esta diferencia se extiende a la percepción externa también; Michael Regan, el Administrador del EPA, elogió a Apple por establecer un estándar para otras empresas en esfuerzos de sostenibilidad.
La IA sin duda alguna tiene potencial transformador, y ambos ejecutivos comparten una visión optimista sobre su impacto a largo plazo en inversiones de energía renovable. Sin embargo, es destacable que la IA esté siendo citada por Google como un motivo para retrasos a corto plazo en cumplir con metas ambientales, lo que levanta preguntas sobre el equilibrio entre avance tecnológico y responsabilidad corporativa.
Mientras el CEO de Google expresa incertidumbre sobre la posibilidad de alcanzar el objetivo de neutralidad carbono de la empresa para 2030 debido a las demandas energéticas del desarrollo de inteligencia artificial, Apple sigue comprometida con su meta, enfatizando la participación y apoyo comunitarios en sus esfuerzos de sostenibilidad. Las diferentes estrategias destacan las complejidades de equilibrar el avance tecnológico con la responsabilidad ambiental.
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